sábado, 20 de febrero de 2016

Desaparecido en Lyon.

I

Alrededor de las siete de la tarde el móvil vibró un par de veces e, inmediatamente después, emitió un largo y sonoro pitido. Adela, que en ese momento se disponía a guardar la ropa que acababa de planchar, con un ágil giro de cintura desvió su trayectoria y se dirigió hacia donde se encontraba el terminal.
Se detuvo junto a la mesa del salón y, sin soltar la cesta de mimbre que transportaba con ambas manos, miró durante un momento la pantallita azul aún iluminada. El icono con forma de sobrecito parpadeaba, indicando que un SMS acababa de recibirse.