En Krim-Krum existe la vida. Las criaturas más evolucionadas de este lugar son los srewolf, unos seres de color verde oscuro, temblorosos y ligeros, que se desplazan moviendo dos apéndices terminados en una suerte de hojas lobuladas que apoyan sobre el suelo con alternación. Un par de largos y flexibles zarcillos prensiles, que les brotan del tercio superior del tronco, rígido y hueco, les sirven para manipular y asirse a su mundo. Y sus cuerpos están rematados por una especie de cabellera, unos llamativos cúlmenes peludos, enmarañados y rojizos, a los que llaman stoor.