miércoles, 4 de junio de 2014

Diálogos. Ceres y Nicomedes. I

Queridisimo amigo, mi admirado Ceres,
dime tú, que tan sabio eres,
de la vida de las gentes qué prefieres:
¿pelo negro o blancas sienes?,
¿seres legos u omniscientes?,
¿farra, ruido o días silentes?,
¿garra y brío o mar de aceites?

Pues verás, mi querido Nicomedes,
digo yo que ni lo uno ni lo otro
son estados convenientes;
que tan trompicas de nuevo,
cuan de viejo no te mueves.

A mi lo que me parece;
y ese tiempo elegiría,
que es mejor la edad media,
es decir, la media vida.
He ahí el corazón de la dicha
pues para entonces, a fe mía,
que el ignaro topó bastante
y mirará por dónde pisa.

Al bisoño, la locura
le cautiva y le seduce,
pero el mal poco le dura,
pues al cabo, al estudiante,
la experiencia el mal le cura.

La cordura y el buen juicio
son efecto del saber.
Si lo sabes ya lo has visto,
pues aprendes lo que ves.


Autor: Dimas Luis Berzosa Guillén.



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