domingo, 15 de enero de 2023

Un hombre pasó todo un día paseando por su barrio, escrutando a las personas con las que se cruzaba, hablando con ellas, observando su comportamiento. Llegó a la conclusión de que todos estaban muy locos,  y pensó que definitivamente no había nadie cuerdo.

Por fin, tras doce exhaustivas horas de paseo, decidió regresar a su casa. No le apetecía cenar, estaba demasiado afectado por la locura del mundo, así que subió a su habitación y, tras enfundarse en su confortable pijama de franela, miró por la ventana mientras fumaba el último cigarrillo del día. 

Llovía, había pequeños charcos en la calzada, y había uno muy grande justo delante de la entrada en el que se reflejaban las letras del neón de la planta baja de su edificio. 

Le gustaba ver el reflejo azul de las las letras en el agua, y se dió cuenta de que eran dos palabras que se leían al revés, como si las estuviese viendo a traves de un espejo. 

Eso le hizo gracia, asi que tomó un papel y un lápiz y copió las dos palabras, luego invirtió las letras y lo leyó. Decía: "Hospital psiquiátrico".

No pudo parar de llorar en toda la noche. Se sorprendió.

Nada es lo que parece, jamás.


Autor: Dimas berzosa Guillén 

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